México- El robo al transporte de carga pesada en México sigue al alza. Tan solo en los dos primeros meses de 2025, mil 86 operadores fueron víctimas de asaltos en carretera, lo que equivale a un atraco cada 47 minutos, según cifras difundidas por la firma Círculo Logístico.
Héctor Romero, presidente de la compañía y también secretario del Consejo Nacional de Ejecutivos en Logística y Cadena de Suministro (ConaLog), advirtió que de mantenerse esta tendencia, el primer semestre podría cerrar con un incremento de entre 7 y 11 por ciento en este delito, que genera pérdidas por aproximadamente 7 mil millones de pesos anuales.
Además del impacto interno, Romero advirtió que factores externos, como la política arancelaria de Estados Unidos, también podrían incidir en el repunte de robos, al volver más atractiva la mercancía para el crimen organizado.
“Cuando se anuncia el incremento de aranceles, suben los precios y los productos se encarecen. Esto ya se observó poco antes de que Donald Trump asumiera la presidencia en 2017 y está volviendo a ocurrir”, comentó en entrevista.
Entre las entidades con mayor incidencia delictiva en este rubro destacan el Estado de México, Puebla, Guanajuato, Jalisco y Veracruz, todas con tramos carreteros clave para el transporte nacional.
Este año, los abarrotes se han posicionado como la mercancía más robada, incluso por encima de electrónicos y autopartes. Su alta demanda y facilidad de reventa en mercados formales e informales han disparado su valor para las bandas criminales.
Romero también señaló que la falta de personal de seguridad es uno de los principales factores detrás de esta crisis: “No llegamos ni al medio millón de efectivos entre Guardia Nacional, policías estatales y municipales. Es indispensable que el gobierno y la iniciativa privada trabajen en conjunto”.
El impacto de estos robos no se limita a las pérdidas directas. Las interrupciones en la cadena de suministro y el aumento en los costos operativos de las empresas logísticas repercuten directamente en la economía nacional, afectando también al consumidor final.
“El robo al transporte está alterando toda la cadena logística del país, especialmente en las regiones del centro, sur-sureste y el Bajío. Es un problema estructural que requiere atención urgente”, concluyó Romero.
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