Redacción
Morelos.- Erika Torbellín Pérez denunció que su hijo, Erick, de 13 años, fue asesinado tras recibir golpes durante un convivio en Morelos, organizado por la Academia Militarizada Ollín Cuauhtémoc.
Esta supuesta institución, que no pertenece al Ejército, es liderada por supuestos integrantes de las fuerzas armadas.
En la denuncia registrada en la carpeta de investigación CT-UEH/2733/2025, de la Unidad Especializada en Homicidios de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Morelos, la madre afirmó que, de acuerdo con la autopsia, “mi hijo tenía reventadas las viseras; fue golpeado a más no poder; me lo mataron a golpes”.
Torbellín Pérez relató que, el 23 de abril, permitió que su hijo asistiera al convivio organizado por el capitán Juan Carlos Carrera Saavedra, titular de la Academia Militarizada Ollín Cuauhtémoc, ubicada en la colonia Santa María La Ribera.
Dos días después, la teniente Angélica Echeveste le notificó por teléfono que Erick se encontraba en un hospital debido a un “golpe de calor”.
Sin embargo, Torbellín Pérez explicó que los médicos le informaron que su hijo había llegado sin signos vitales, que hubo un intento de reanimación y que, además, presentaba lesiones mortales causadas por golpes.
Durante el velorio, los menores que asistieron al convivio refirieron que en la supuesta convivencia fueron sometidos a torturas, como ser arrastrados entre piedras, golpeados o forzados a pelear, además de ser amenazados con quedarse callados.
“Lo arrastraron por el suelo por más de 10 minutos; lo amarraron y lo amenazaban con dejar de quejarse”, comentó uno de los menores, quien también explicó que los organizadores ignoraron su súplica de atención ante el intenso dolor abdominal.
Los alimentos enviados por las madres de familia fueron confiscados por los supuestos militares, quienes, en su lugar, les aventaron una lata de atún que debían pelear, además de limitarles el derecho a solo cuatro sorbos de agua.
Los amarraban y pateaban en los pies, además de insultarlos, los levantaban en la madrugada para realizar ejercicio y recibían todo tipo de castigos.
Los padres de familia exigen justicia y una investigación sobre este tipo de supuestas academias, que, denuncian, se están abriendo para aspirantes a convertirse en militares.
Por su parte, la Academia Militarizada Ollín Cuauhtémoc solo emitió una carta de condolencias a través de sus redes sociales y decidió no fijar postura al respecto.
Las instalaciones de la academia se encuentran completamente cerradas.
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