San Ysidro, EE.UU. – Con maletas en mano y una emoción difícil de contener, Marilú Montalvo, una madre mexicana de 40 años, cruzó la frontera de San Ysidro este lunes para reencontrarse con sus hijos tras haber sido deportada hace 14 años.
La historia de Marilú es una de lucha, resistencia y amor inquebrantable. En 2010, cuando vivía en Estados Unidos, su exesposo y su pareja de entonces la denunciaron ante las autoridades migratorias, lo que derivó en su abrupta deportación. El dolor de la separación comenzó el día del cumpleaños de su hija, cuando fue arrestada en su hogar por agentes vestidos de civil.
Desde entonces, su vida estuvo marcada por la espera y la incertidumbre en Tijuana, una ciudad fronteriza donde miles de migrantes aguardan la oportunidad de regresar con sus familias. Cada año que pasaba era un recordatorio del tiempo perdido con sus hijos, a quienes solo podía ver a través de videollamadas y fotografías.
Un reencuentro largamente esperado
Este lunes, tras años de trámites, esfuerzo y esperanza, Marilú finalmente pudo regresar a Estados Unidos. Aunque cruzó la frontera sola, su corazón estaba lleno de emoción al saber que, después de más de una década, podría abrazar a sus hijos nuevamente.
“No puedo describir lo que siento. Ha sido muy difícil, pero lo logramos”, expresó entre lágrimas al llegar a territorio estadounidense.
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