Vaticano– El Papa Francisco, de 88 años, pasó una noche tranquila en el hospital Gemelli de Roma, donde sigue internado debido a una neumonía bilateral. Según fuentes vaticanas, el pontífice desayunó con normalidad y pasó parte del día en su sillón, a la espera de los resultados de una nueva tomografía computarizada (TAC), que probablemente estarán listos este miércoles.
Aunque su estado sigue siendo crítico pero estable, la insuficiencia renal leve que también padece está bajo control, lo que ha traído cierta calma a su equipo médico. A pesar de su delicada condición, Francisco ha continuado con sus labores desde el hospital, firmando nombramientos y decretos de canonización, incluyendo el del primer santo de Venezuela, José Gregorio Hernández Cisneros.
Un Papa activo pese a la incertidumbre médica
En los últimos días, el Vaticano ha tratado de proyectar una imagen de normalidad en la actividad del pontífice. El lunes, Francisco sostuvo reuniones clave, incluyendo un encuentro con el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y el sustituto de la Secretaría de Estado, Edgar Peña Parra.
Asimismo, sorprendió al anunciar la organización de un consistorio para fijar fechas de canonización, un hecho que recordó el histórico consistorio en el que el Papa Benedicto XVI anunció su renuncia.
Mientras tanto, en la Plaza de San Pedro, cardenales, miembros de la Curia y fieles continúan rezando cada noche el rosario por su recuperación, en medio de una creciente expectativa sobre su futuro al frente de la Iglesia Católica.
El pronóstico sigue siendo reservado y la incertidumbre aumenta. Con la llegada de los resultados médicos, se espera que el Vaticano defina los próximos pasos en la atención de un Papa cuya salud se ha vuelto cada vez más frágil.
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