Redacción
Valencia, España.- La devastación provocada por las recientes inundaciones en la localidad de Paiporta, cerca de Valencia, alcanzó un nuevo punto de tensión el domingo, cuando el Rey Felipe VI y funcionarios gubernamentales fueron recibidos con una mezcla de rabia y frustración por parte de los residentes. Durante su visita a una de las zonas más afectadas, decenas de supervivientes lanzaron lodo e insultos al monarca y al equipo de funcionarios presentes, en protesta por lo que perciben como una gestión ineficaz de la crisis.
La Policía desplegó a oficiales a caballo para contener a la multitud que, visiblemente molesta, blandía palas, arrojaba barro y pedía respuestas a las autoridades. Entre gritos de “¡Fuera, fuera!” y “¡Asesino!”, algunos manifestantes denunciaban que las alertas emitidas por el gobierno regional se dieron con dos horas de retraso, lo que habría dificultado una evacuación oportuna.
A pesar de la hostilidad, el Rey Felipe VI intentó dialogar con algunos de los presentes, estrechando manos y escuchando testimonios de personas afectadas. Según testigos, una mujer rompió en llanto en el hombro del monarca y otros ciudadanos le compartieron la pérdida de sus hogares y posesiones. La Reina Letizia y el presidente regional de Valencia, Carlo Mazón, también participaron en la visita, durante la cual la Reina fue vista hablando con residentes y con manchas de barro en sus manos.
El desastre, que dejó más de 200 fallecidos y causó enormes daños en Paiporta, ha generado una crisis humanitaria con familias que aún carecen de agua potable y calles llenas de escombros. La indignación se ha incrementado a medida que los residentes han tenido que enfrentar, prácticamente solos, las tareas de limpieza de sus hogares invadidos por el lodo.
La visita de la Familia Real, que suele recibir una acogida más favorable, expone la creciente frustración de los afectados por la respuesta gubernamental al desastre. A pesar de los intentos de diálogo del monarca, el contingente oficial se retiró tras media hora, escoltado por la Policía ante la persistente protesta. Las peticiones de ayuda y las demandas de un apoyo más efectivo continúan resonando mientras los esfuerzos de recuperación avanzan lentamente en las zonas afectadas.
Discussion about this post