Redacción
Guerrero- Alejandro Arcos Catalán, alcalde perredista de Chilpancingo, fue brutalmente asesinado ayer. Su cuerpo fue hallado en la Colonia Villa del Roble al oriente de la capital de Guerrero, dentro de una camioneta, mientras que su cabeza fue dejada sobre el toldo del vehículo. Una credencial de elector encontrada en el lugar permitió confirmar su identidad. Arcos apenas tenía una semana en el cargo, tras asumir la presidencia municipal de Chilpancingo.
Este hecho violento se suma a una serie de asesinatos recientes que han sacudido a la capital guerrerense. El pasado 3 de octubre fue asesinado el secretario del Ayuntamiento, Francisco Gonzalo Tapia, a tan solo dos cuadras del Palacio Municipal. También, el 27 de septiembre, Ulises Hernández, exdirector de la Unidad de Fuerzas Especiales de la Policía estatal y quien estaba previsto para asumir la Secretaría de Seguridad Pública municipal bajo la gestión de Arcos, fue asesinado a tiros junto a su pareja.
Alejandro Arcos, de 43 años, fue una figura política cercana al grupo del exgobernador Ángel Aguirre. Comenzó su carrera en el PRI, partido con el que fue diputado local entre 2012 y 2015. En 2021, ya como militante del PRD, se postuló para la alcaldía, pero fue derrotado por Norma Otilia Hernández de Morena. Este año, Arcos volvió a competir en una alianza PRD-PRI-PAN, logrando la victoria con una estrecha ventaja de mil 800 votos sobre el morenista Jorge Salgado Parra.
La violencia ha sido un tema recurrente en el proceso electoral de Chilpancingo. Tanto Jorge Salgado como Víctor Toledo, candidato del partido Movimiento Ciudadano, denunciaron durante la campaña la intervención de grupos del crimen organizado, quienes les impidieron realizar actos proselitistas en algunas comunidades de la región.
Tras el asesinato, la Fiscalía General del Estado de Guerrero (FGE) informó que se ha abierto una carpeta de investigación. Por su parte, elementos del Ejército, Guardia Nacional y la Policía estatal han reforzado los operativos de seguridad en Chilpancingo.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, condenó el asesinato y pidió a las autoridades estatales intensificar las labores de vigilancia en la capital. A nivel nacional, el presidente del PRI, Alejandro Moreno, solicitó la intervención de la Fiscalía General de la República (FGR) ante lo que calificó como una “situación de ingobernabilidad” en Guerrero. Marko Cortés, líder del PAN, criticó la falta de acción del Gobierno federal para clasificar estos hechos como terrorismo, lo que permitiría la colaboración internacional para enfrentar la violencia en la región.
Discussion about this post