Redacción
México- Después de 12 horas de intensas discusiones y seis rondas de intervenciones, la Cámara de Diputados aprobó en lo general la controvertida reforma judicial, impulsada por Morena y sus aliados. El dictamen fue avalado con 359 votos a favor, mientras que 135 legisladores del PRI, Movimiento Ciudadano y PAN votaron en contra, estos últimos bajo protesta.
La votación, realizada en la sede alterna de la Sala de Armas de Magdalena Mixhuca, se extendió por más de una hora debido a la falta de un tablero electrónico, lo que obligó a que los votos se levantaran legislador por legislador. Ifigenia Martínez, presidenta de la Mesa Directiva, no emitió su voto, al no asistir a la sede alterna, y la Ministra en retiro, Olga Sánchez Cordero, tampoco participó, debido a que fue hospitalizada.
Sánchez Cordero, quien previamente había criticado el dictamen, señaló que aspectos como los requisitos de elegibilidad e idoneidad de los aspirantes a jueces, magistrados y ministros debían regularse en leyes secundarias, no en la Constitución.
Durante el debate, la reforma fue objeto de severas críticas. La diputada independiente Guadalupe Araceli Mendoza Arias lamentó que la reforma se aprobara de manera precipitada, afirmando que violenta derechos humanos al ignorar las voces del Poder Judicial. Por su parte, el emecista Pablo Vázquez Ahued calificó la reforma como un acto de corrupción, advirtiendo que generará un “mercado de jueces y magistrados” y facilitará la entrada del crimen organizado al Poder Judicial.
En contraste, Mariana Benítez, diputada de Morena, defendió la reforma como un paso necesario para la transformación del sistema de justicia en México. “No podemos hablar de transformación sin justicia, no podemos hablar de cambio si las personas no tenemos la posibilidad de acceder a una justicia pronta y expedita”, declaró Benítez, subrayando que la reforma busca la imparcialidad, transparencia y erradicación de la corrupción en el Poder Judicial.
La panista Laura Márquez advirtió que la reforma, tal como está planteada, amenaza con acabar con la democracia en México, señalando que someter al Poder Judicial a influencias políticas es un camino hacia la dictadura.
Con el dictamen aprobado en lo general, la Cámara de Diputados se prepara ahora para discutir más de 700 reservas presentadas por legisladores de diversas bancadas que buscan modificar la reforma. Posteriormente, el documento pasará al Senado, donde la coalición de la Cuarta Transformación necesita un voto adicional para alcanzar la mayoría calificada y consumar el cambio constitucional que reestructuraría el Poder Judicial con jueces, magistrados y ministros electos en urnas.
Discussion about this post