Redacción
Tras cinco semanas de intensas protestas estudiantiles que han dejado casi 300 muertos, Hasina partió en helicóptero militar hacia la India, acompañada por su hermana menor.
En respuesta a la situación, el jefe del ejército bangladesí anunció la formación de un gobierno interino y prometió juzgar a los responsables de las “injusticias” cometidas contra los manifestantes.
Miles de ciudadanos, desafiando el toque de queda impuesto, se congregaron frente a la residencia oficial de Hasina en Daca. Tras conocerse su partida, muchos irrumpieron en el edificio, llevándose muebles y otros objetos en un ambiente de celebración.
Las protestas, que iniciaron como una manifestación pacífica contra cuotas discriminatorias en el empleo público, escalaron rápidamente exigiendo la renuncia del gobierno, en medio de acusaciones de represión policial.
La salida de Hasina, quien llevaba cuatro mandatos consecutivos en el poder, marca un punto de inflexión en la política de Bangladesh.
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