Redacción
Londres.- AstraZeneca ha admitido por primera vez la posibilidad de que su vacuna contra el COVID-19 pueda tener efectos secundarios graves, según documentos presentados ante un tribunal en el Reino Unido. La empresa enfrenta una demanda de un grupo de personas que alegan que la vacuna ha causado la muerte de decenas de personas y heridas graves a otras.
Si bien AstraZeneca está impugnando estas afirmaciones, en un documento legal presentado al Tribunal Superior en febrero, la compañía reconoce que su vacuna “puede, en casos muy raros, causar TTS (Trombosis con síndrome de trombocitopenia)”, según informa el diario británico The Telegraph.
La empresa también señaló que “la causalidad en cualquier caso individual será un asunto para la evidencia de expertos”. Esta declaración llega después de que las cifras oficiales de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios británica (MHRA) indicaran que al menos 81 muertes en el Reino Unido están relacionadas con reacciones adversas que causaron coagulación en personas con plaquetas bajas.
La vacuna de AstraZeneca fue aprobada en enero de 2021 y se convirtió en la tercera vacuna en recibir el visto bueno de los reguladores europeos. Sin embargo, poco después, surgieron preocupaciones sobre posibles efectos adversos, lo que llevó a trece países, incluidos Alemania, Francia, Italia y España, a suspender su uso como medida de precaución.
A pesar de la controversia, AstraZeneca inicialmente negó que la vacuna pudiera provocar trombosis, citando una revisión de datos de seguridad que no mostraba evidencia de un mayor riesgo de coágulos sanguíneos o trombocitopenia en personas vacunadas.
Sin embargo, en abril de 2021, la Autoridad Europea del Medicamento (EMA) concluyó que la aparición de trombos debe incluirse como un raro efecto secundario, aunque destacó que los beneficios generales de la vacuna en la prevención de COVID-19 superan los riesgos de efectos secundarios.
La Agencia Reguladora de Medicinas y Productos Sanitarios del Reino Unido (MHRA) recomendó ofrecer una vacuna alternativa a los menores de 30 años si está disponible en su zona. Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha considerado plausible, aunque no confirmada, la relación entre la vacuna de AstraZeneca y los casos raros de trombosis y coágulos sanguíneos.
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