Redacción
México.- La Final quedó en suspenso tras el 1-1 entre Tigres y América en el Estadio Universitario.
El único beneficio que tendrán las Águilas será la localía el domingo en el Azteca, luego de que no supieron mantener la ventaja después de que al 51′ Henry Martín marcó de penal, tras una burda falta de Jesús Angulo sobre Julián Quiñones.
El tema es que el América adoptó la postura que exhibió en muchos lapsos del partido, al ordenarse bien defensivamente y jugar al contragolpe, lo que le habría de costar caro ante unos felinos que con los cambios fueron más agresivos, sobre todo cuando Nicolás Ibáñez acompañó a André-Pierre Gignac en la punta.
El cuadro capitalino pagó caro porque el empuje de Tigres les dio un tiro de esquina y el balón parado no es la mejor de las virtudes de las Águilas, que permitieron que Ozziel Herrera les ganara a primer poste y clavara el balón en el ángulo superior derecho del marco de Luis Ángel Malagón, al 71′.
Fue un partido con mucha disputa, con dos equipos más preocupados por mantener el equilibrio que por lograr una ventaja, conscientes de que a la serie aún le falta otro juego.
Por eso apenas hubo jugadas de gol, como aquel tiro de Diego Valdés, bloqueado por Guido Rodríguez y uno más del propio chileno, desviado, casi al finalizar el primer tiempo, a centro de Quiñones.
Tampoco Luis Ángel Malagón se exigió en demasía, apenas en un cabezazo de Juan Pablo Vigón o en un tiro de Gignac en el que la barrera se abrió.
La mala noticia para los Tigres fue la lesión de Samir de Souza en la recta final del primer tiempo, una lesión muscular en la pierna izquierda y que obligó a que Diego Reyes, canterano azulcrema, lo sustituyera.
Luego del gol, el América reaccionó, con esas largas posesiones de pelota, toques rápidos, pero el daño ya estaba hecho, el empate consumado para que el domingo a partir de las 19:30 horas estos equipos definan al rey del Apertura 2023, ya sea con el bicampeonato de Tigres (y la novena) o el título 14 de las Águilas.
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