Redacción
México.- En una escalada de violencia que ha sumido al sur de Chiapas en el terror, los municipios de Frontera Comalapa, Chicomuselo, Amatenango de la Frontera, Mazapa de Madero y Motozintla se han convertido en el epicentro de operaciones de dos poderosos grupos delictivos, el Cártel de Sinaloa (CDS) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Estos carteles no solo han aterrorizado a las comunidades con balaceras, sino que también han ejercido un control absoluto sobre diversas actividades en la región.
La violencia se ha traducido en la suspensión de clases en varios municipios, como lo anunció la Sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que ha argumentado que la seguridad de los alumnos y docentes está en riesgo.
Una de las principales disputas entre estos grupos criminales es el control de la ruta de paso de drogas, una actividad que ha prevalecido en esta zona durante años. Además, el tráfico de migrantes se ha convertido en otro punto de conflicto. El CDS opera la ruta de Guatemala entrando a México por Carmen Xhán en La Trinitaria, mientras que el CJNG domina el paso a México por Sabinalito en Frontera Comalapa.
Según los relatos de migrantes, los vehículos que ingresan a México están bajo el control de los grupos delictivos, quienes cobran cuotas y proporcionan protección para evitar extorsiones o desapariciones. Posteriormente, los migrantes son llevados a casas de seguridad, en su mayoría ubicadas en San Cristóbal de las Casas, a casi cuatro horas de la frontera con Guatemala, antes de ser trasladados en tráileres o vehículos grandes hacia Tuxtla Gutiérrez.
La situación de terror se manifiesta en constantes balaceras, que incluyen el uso de drones con explosivos, así como la instalación de retenes en la región. Los residentes locales han expresado su miedo y angustia, y algunos han tenido que recorrer largas distancias a pie para escapar de la violencia que ha sitiado sus comunidades.
El desabasto de alimentos es evidente en Motozintla, Frontera Comalapa y Chicomuselo. Los precios de los productos básicos se han disparado, con el litro de aceite llegando a costar hasta tres veces su precio normal en Motozintla, y el kilo de frijol triplicando su valor en Frontera Comalapa.
La carretera que conecta Frontera Comalapa con Guatemala, que normalmente estaba llena de actividad comercial y tráfico, ahora se ha convertido en una carretera fantasma. Las gasolineras han cerrado, muchas casas y negocios a lo largo de la vía han sido abandonados.
En medio de esta crisis, la población local se enfrenta a un panorama sombrío, mientras las autoridades buscan formas de restablecer la seguridad en una región marcada por el asedio del crimen organizado.
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