Redacción
Texas.-Este miércoles se registró la primera víctima en la controvertida “barrera de boyas“, apodada por algunos medios como el “muro flotante“, que fue instalada en medio del río Bravo, cerca de Eagle Pass, en la frontera entre México y Estados Unidos, con el objetivo de frenar el paso de migrantes hacia el país norteamericano.
La Secretaría de Relaciones Exteriores informó que el Departamento de Seguridad de Texas (DPS) notificó al Consulado de México en Eagle Pass sobre el hallazgo del cuerpo sin vida de una persona, atrapada en la zona sur de las boyas, aproximadamente a las 14:35 horas.
Hasta el momento, las autoridades no han proporcionado detalles sobre la nacionalidad de la víctima ni las circunstancias de su muerte. Sin embargo, medios locales señalan que se trata de un hombre de unos 30 años, cuyo cuerpo presentaba signos de haber fallecido aproximadamente 48 horas antes del hallazgo. Vestía una camiseta del equipo de fútbol Paris Saint-Germain.
La colocación de esta barrera de boyas ha sido motivo de preocupación y controversia. La Secretaría de Relaciones Exteriores de México reiteró su postura, calificándola como una violación a la soberanía del país. También expresaron su inquietud por el impacto en los derechos humanos y la seguridad de los migrantes que buscan cruzar hacia Estados Unidos.
El gobierno mexicano aseguró que seguirá de cerca el caso a través del Consulado de México en Eagle Pass y mantendrá contacto con las autoridades correspondientes de ambos países para esclarecer los hechos y llevar a cabo las investigaciones necesarias.
Cabe mencionar que la barrera flotante, que tiene una longitud de 300 metros, fue desplegada en julio con la intención de disuadir a los migrantes de cruzar el río Bravo hacia Estados Unidos, según lo anunciado por el gobernador de Texas, Greg Abbott.
La línea de boyas, descrita por el coronel Steven McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, es móvil y se puede desplegar rápidamente. Está anclada a la vía fluvial y tiene una altura de entre 1 y 2 metros, dependiendo del nivel del agua.
A pesar de la instalación de las boyas, anteriormente ya se habían registrado casos de migrantes ahogados en el río Bravo, incluido un bebé. La peligrosidad del cruce del río ha llevado a algunos migrantes a arriesgar sus vidas para evadir a las autoridades. La barrera flotante ha generado debates sobre las medidas migratorias y su impacto en la seguridad y derechos humanos de las personas que intentan cruzar la frontera.
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