Redacción
Monterrey.- Al menos ocho niños sufrieron un descarga eléctrica mientras nadaban en la alberca de una residencia al sur de Monterrey, en Nuevo León.
Según el reporte de las autoridades municipales, los hechos ocurrieron en una propiedad ubicada en el colonia Castaño del Vergel, sitio donde se desarrollaba una reunión familiar.
Fue el pasado fin de semana, aproximadamente a las 19:30 horas, cuando el personal de Protección Civil de Monterrey recibió un reporte de personas electrocutadas. Sin embargo, cuando la corporación llegó al sitio las ocho víctimas, menores de edad, ya estaban en manos de los paramédicos de la Cruz Roja quienes brindaron los primeros auxilios. Tras revisar a los menores, los servicios de emergencia no consideraron necesario trasladar a las víctimas a un hospital, pues la descarga no les generó daños que pusieron en riesgo sus vidas.
Luego de que se confirmó que los niños no estaban en peligro, Protección Civil recomendó al dueño de la residencia desconectar la pastilla del alumbrado de la alberca. Esto, con el objetivo de resguardar la integridad de los bañistas, pero principalmente para que nadie corra riesgo de electrocutarse. Además, la dependencia ordenó a los habitantes no utilizar el área hasta que un especialista revise la instalación eléctrica y de solución al problema.
Finalmente, Protección Civil advirtió que las descargas eléctricas en piscinas ocurren, generalmente, debido a un sistema eléctrico defectuoso como un cableado incorrecto o una conexión a tierra deficiente.
Un accidente de este tipo podrían provocar lesiones graves, incluso la muerte .
De acuerdo al medio El País, las descargas eléctricas pueden producir heridas por varios mecanismos, aunque las más relevantes son tres:
“El primero de ellos es un efecto directo de esa descarga que puede causar una herida de entrada y de salida, de diferente magnitud según la potencia y el tiempo de contacto. En segundo lugar, esa energía eléctrica se convierte en energía térmica generando quemaduras sobre todo en la piel e incluso en órganos internos […] Y, en último lugar, puede producirse una contractura muscular de mayor o menor grado, incluso con fracturas óseas”, explicó al diario español la doctora Begoña Zalba Etayo.
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