Redacción
México.- Sergio ‘N’, de 30 años, quien presuntamente arrojó al perro ‘Scooby’ a un cazo con aceite hirviendo en el Tecámac, Estado de México, era policía de la Secretaría de la Seguridad Ciudadana (SSC), pero cuando fue identificado y se le giró una orden de aprehensión, “fue suspendido inmediatamente”.
Así lo dijo la dependencia que dirige Omar García Harfuch, luego de que el sujeto fue detenido ayer por policías mexiquenses en la casa de un familiar donde se escondía en la alcaldía Coyoacán.
En una tarjeta informativa, la SSC explicó que colaboró con información para hallar a Sergio “N”, así como con las investigaciones de gabinete y campo, y desplegó personal operativo en coordinación con las instituciones que lograron su detención.
La SSC agregó que ‘no tolerará’ conductas contrarias al código de ética y los principios que la rigen, y que habrá ‘cero tolerancia’ en la comisión de actos que dañen a la ciudadanía”.
Podría pasar seis años en prisión por maltrato animal
El detenido es investigado por su probable responsabilidad en el hecho delictuoso de maltrato animal, después de que el pasado 28 de mayo, alrededor del mediodía, supuestamente ingresó a una carnicería ubicada en el poblado de San Pablo Tecalco, municipio de Tecámac, agredió verbalmente al locatario, lo amagó con un instrumento punzocortante y, al momento de salir del establecimiento, sujetó a uno de los caninos que se encontraban fuera y lo arrojó dentro de un cazo con aceite hirviendo, lo que le ocasionó la muerte.
El detenido fue trasladado a la Agencia 50 de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX para su certificación y posterior puesta a disposición de la autoridad judicial correspondiente, quien determinará su situación jurídica.
De encontrarse culpable del delito de maltrato animal, Sergio “N” podría alcanzar una pena de hasta seis años de prisión y 400 días multa, conforme a los artículos 235 Ter y 235 Quater del Código Penal vigente en la entidad mexiquense que contemplan está sanción para quien cause la muerte por cualquier medio y prolongue la agonía de un animal que no constituya plaga.
También podría hacerse acreedor a sanciones administrativas previstas en el Código para la Biodiversidad del Estado de México que tiene por objeto impedir crueldad, sufrimiento y maltrato hacia cualquier especie animal doméstica, motivo por el cual se dio intervención a la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México para que inicie el procedimiento correspondiente.
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