Redacción
Ciudad de México. – El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador confesó que el ex presidente de Perú, Pedro Castillo, había solicitado asilo político al Gobierno de México tras anunciar la disolución del Congreso de la República.
Y es que, tras abandonar el Palacio Nacional, el mandatario se dirigió a la embajada de México en Perú. Cabe señalar que López Obrador ya había instruido al titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, comenzar las gestiones para otorgar asilo a Castillo.
Según detalló el jefe del Ejecutivo federal en su conferencia de prensa matutina de este 8 de diciembre, el canciller habló con el embajador de México en Perú, Pablo Monroy, para que abrieran las puertas de la embajada.
“Habló a la oficina (de Presidencia) para avisar de que iba hacia la embajada y que iba a solicitar el asilo. Busqué a Marcelo Ebrard y le informé. Le dije que hablara con el embajador y le abriera la puerta de la embajada con apego a nuestra tradición de asilo”, comentó López Obrador.
No obstante, comenzaron a llegar policías y ciudadanos bloqueando la entrada para impedir el paso del ahora ex presidente: “Al poco tiempo tomaron la embajada (…) y él ya ni siquiera pudo salir, lo detuvieron de inmediato”.
Con estos hechos, el presidente mexicano insinuó que habrían interceptado la llamada telefónica en la que Castillo solicitaba protección al Gobierno de México.
Asimismo, durante la conferencia matutina desde Palacio Nacional, Andrés Manuel pidió que se respeten los derechos del mandatario destituido, se actúe con legalidad verdadera y se proteja a su familia: “lo demás, lo político ya lo va a atender la Secretaría de Relaciones Exteriores”.